jueves, 17 de octubre de 2013

Lo siento.

Siento que muero, y otras tantas que ya estoy muerto.
Siento que me falta más que el aliento, que me falta todo, hasta lo que no tengo.
Ya no sé donde quedó el aroma de la flor que cuidaba, ni el jardín que visitaba cada mañana, ni aquel sueño que esperaba soñar al ir a dormir.

Siento, lo siento, y es el viento, el adiós que me va arrastrando sin saber porqué. 
Siento que me falto y que me falta. Y ya no siento nada. Ni siquiera lo que siento.
Y es este juego de palabras el laberinto en el que me está perdiendo, y en el que también perdido estoy.

Siento que muero, y otras no siento. Siento. Todavía siento.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Poema del que muere de amor.

Son los pasos de este muerto huellas de un ausente, de un fantasma, de una sombra.
Son piedras afiladas las que hieren, en el camino que transcurre este ser que ama desesperadamente.
Y es la desesperación una jaula llena de flores, y de risas. Se está atrapado como un muñeco que aparenta no sentir dolor alguno.
Es la muerte del que ama, un viaje lento, un camino largo. Uno ni siquiera va dejando de amar, sólo muere cuando el corazón ya no encuentra sentido alguno.
Todo se detiene. Y es cuando se muere.
Son los versos del amante una despedida anunciada, de un viaje que nunca emprende. El que ama nunca se va, se queda aferrado a aquello que quiere.
Uno se va ahogando en la ausencia del que olvida, del ser que fragua el asesinato.
Pero es más culpable el que ama, que el que va dejando de amar.
Porque es el que muere de amor el asesino.

jueves, 7 de marzo de 2013

Hacia dónde huir.

Si vas a dejarme, que sea muerto, ajeno al dolor, a la indiferencia que emanas.
No pretendas engañarme, sé que me quieres preso de ti, como un animal que adorna tu estancia.
Me has vuelto presa de todo cuanto quieres.

Si vas a dejarme, que no sea lento, no es un suicidio lo que pretendo, ni perderte ha sido mi plan.
No pretendas engañarte, sabes que te has vuelto esclava de banalidades, que ves en otros lo que ansías.
Eres presa de tus delirios, de una libertad infundada en lo que puedes obtener de otros, de esos que satisfacen el hambre del vacío que te has provocado con mi ausencia.

Si vas a dejarme, corre, pero no te refugies en unos brazos fríos y débiles, ni en lugares fantasmas donde los perdidos creen hallarse.
No nos engañemos, porque morirá el más débil, el que no se sabe solo, el que se esclaviza en cualquier mirada, el que necesita de otros para sentirse fuerte, seguro de sí, el que se engaña para sobrevivir.

Vas a dejarme, ¿has pensado hacia dónde huir?

miércoles, 6 de febrero de 2013

Delito flagrante.

Defino como cascada esos rizos que besan su cuello mientras acarician sus hombros con un afán desenfrenado por llegar a su espalda, ajenos a que bajo ellos se haya un lienzo con puntos dispares que enreda todo su cuerpo.
Ignoro los motivos de tan exultante belleza, y me encuentro forzado en culpar a sus ojos por tal flagrante delito.
Se menciona deliberadamente una sonrisa usada de arma, mas las víctimas desconocen el paradero de la misma, acusando que el victimario la resguarda con sumo recelo.
Resulta confuso que nadie haya intentado huir, a pesar de que siguen atrapados.
Cabe mencionar que la culpable aduce inocencia mientras su mirada nos mata.
No muestra piedad.
Escapa. Y nosotros con ella.

jueves, 3 de enero de 2013

El último poema de odio.

Quiero prometer que no volveré a odiar
A sentir ese marchito golpe que se arraiga en mi pecho como si no existiesen más lugares donde doler
Prometo no recordar cuánto odio llevo arrastrando y prometo no olvidar que prometí no recordar
También prometo cansarme de prometer para no odiar a tanta promesa
Y me comprometo a encerrarme en algún oscuro lugar de este mundo que soy donde las promesas me cumplan.

viernes, 24 de agosto de 2012

Cuando llegue la tristeza.

No recuerdo la última vez que nos abrazamos, ni la distancia, ni las lágrimas, no recuerdo, sólo olvido.

Cuando llegue la tristeza no hallará nada, tan solo un río, y es lo mismo, ya nos fuimos.

Vi por la ventana yacer el alma de los que estuvimos, era lejano, como el viento, las nubes, y los sueños.

Cuando llegue la tristeza no hallará nada, tan solo un reflejo, y es lo mismo, ya nos fuimos.

Encontré los pasos de los niños, los que serían, los que reían, y volaban.

Cuando llegue la tristeza no hallará nada, tan solo las luces apagadas, y es lo mismo, ya nos fuimos.

lunes, 14 de mayo de 2012

En ausencia del silencio.

Y si de pronto, todo a tu alrededor desaparece, qué sería de ti, de lo que fue tu vida, y de lo que será.

Extrañarás a quienes compartían contigo, a quienes veían caer la lluvia mientras dormías.

¿Quiénes se preocuparán ahora de tus sueños?

¿Quiénes llorarán tu muerte?

¿Quiénes?